Fetiches || El menú secreto para sacudir la rutina

Fetiches || El menú secreto para sacudir la rutina

¿Sentís que la intimidad está en piloto automático?

Tranqui, nos pasa a todxs. Pero ojo, hay un ingrediente secreto que puede cambiarlo todo: LOS FETICHES. Un fetiche no es nada raro ni reservado para “los más osadxs”. Son esos condimentos que le ponés a la cama para sumar morbo, curiosidad y adrenalina. Y sí: cualquiera puede explorarlos, siempre que haya confianza, comunicación y consentimiento.

La realidad es que no es necesario hacer cosas extremas ni de película: con detalles simples podés probar un montón de sensaciones nuevas. Así que, preparate que hoy te pasamos los más comunes y las claves para que puedas empezar a jugar con ellos.

 

¿Y qué son exactamente los fetiches?

Un fetiche es básicamente encontrar excitación en algo específico: puede ser un objeto, una práctica, una parte del cuerpo o una dinámica de poder. No se trata de “estar mal” o de “ser rarx”: se trata de cómo tu mente y tu cuerpo se encienden con ciertos estímulos.

La sexología lo deja claro: mientras sea consentido, seguro y disfrutable para ambas partes, los fetiches son parte sana y natural de la vida sexual.

Los fetiches son como los condimentos de la comida, podés vivir sin ellos, pero si los usás en la medida justa, la experiencia se vuelve mucho más rica. Y como siempre, lo importante es la charla previa, el consentimiento y las ganas de jugar. Ahora sí…¿vamos a lo que viniste?

 

Los fetiches que más calientan (y cómo probarlos sin drama)

Juegos de rol:

 "Hoy sos mi villanx favorito y yo la heroína que te va a domar" Actuar roles en la cama despierta creatividad y morbo.

💡 No hace falta disfrazarse de pies a cabeza. Con un accesorio divertido (lentes, gorro, corbata) y la actitud correcta alcanza. La magia está en improvisar y dejarse llevar. Si te da vergüenza, arrancá con algo simple: pedile a tu pareja que sea “la que manda” por una noche y divertite con eso.

Ataduras suaves:

"Sujetame… pero con extra picante" El bondage es perfecto para explorar entrega y confianza sin dolor ni cadenas. Unas esposas de peluche, bufandas o cuerdas blanditas alcanzan para jugar.

💡Siempre acuerden una palabra de seguridad. Que sea corta y graciosa, como “rojo”, para cortar la jugada sin dramas. Empezá suave y probá ir subiendo la intensidad solo si les pinta.

Voyeurismo:

"Mirame, mirate y disfrutemos" El placer está en mirar y ser miradx: un espejo frente a la cama, observarse mientras se encienden o grabar un video privado para después revivirlo.

💡 Prueba grabar un video (¡solo para ustedes!) y luego verlo juntxs. Arranquen despacio y fíjense en la comodidad de ambos. Lo divertido es que cada mirada, gesto o sonrisa juegue con la anticipación.

Juguetes con control remoto:

"Nunca sabés cuándo va a empezar la fiesta" Los vibradores controlados a distancia suben la adrenalina: ideal para jugar mientras hacen otras cosas, incluso en público (discreción total).

💡 Descubre AQUÍ todos los juguetes para este fetiche. Ojo que los vibradores controlados a distancia son los más populares. Algunos se colocan discretamente en la ropa interior, lo que significa que pueden usarlos mientras hacen otras actividades, como salir a cenar o pasear.

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Masajes eróticos:

"El tacto que enciende todo" Un buen masaje activa zonas erógenas y relaja al mismo tiempo. Puede ser la mejor previa para subir la temperatura y crear tensión sexual.

💡Usá aceites aromáticos y empezá por espalda, cuello y hombros. Movimientos lentos y conscientes: la anticipación es la verdadera chispa.

Fetiche de pies:

"Tus pies también pueden ser protagonistas" Masajes, besos o caricias en los pies despiertan sensaciones que muchos no esperan. Es un fetiche más común de lo que parece.

💡Inicia con un masaje relajante y si ambos se sientes cómodxs puedes arrancar con besos, lamidos, succión o incluso dejar que tu pareja juegue con ellos un poco más.

Juego con temperaturas:

"Frío y calor que despiertan cada sentido" Explorar con diferentes temperaturas es parte de la diversión. Podés usar cubitos de hielo o velas de cera especial (que no queman) y explorar sensaciones nuevas en el cuerpo de tu pareja.

💡Pasá suavemente un cubito de hielo por cuello, pecho, muslos o cualquier zona que sabes que le prende y alterná con velas eróticas que se derriten a baja temperatura. El contraste aumenta la excitación y la anticipación.

Comida erótica:

"Sabor y piel: combinación ganadora" Chocolate, crema, frutas… la idea es mezclar sabor y piel, explorar sensaciones y reírse juntos.

💡Comer puede ser sexy, probá con cosas fáciles y no pegajosas al principio, como frutillas o mango y si pinta, sumá chocolate tibio o crema batida. Evitá genitales para que sea seguro y cómodo.

 

Tu menú secreto listo para probar

Ahora que conocés los fetiches más picantes y cómo jugar con ellos sin dramas, la idea es que te diviertas y explores con tu pareja (o solx). No hay reglas: solo respeto, consentimiento y ganas de probar cosas nuevas.

Empezá de a poco. Elegí uno o dos fetiches, probalos, ríanse, observen cómo reacciona cada cuerpo y después sumen otros. Cada experiencia es un aprendizaje y un juego distinto.

Y si querés subirle la temperatura al toque, nuestros juguetes son los aliados perfectos para cada fetiche: succionadores, vibradores, anillos, plugs… todo pensado para que la rutina quede lejos y el placer sea protagonista.

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No hay fórmula secreta: la diversión está en explorar, sorprender y, sobre todo, disfrutar sin filtro. Porque la rutina se enciende jugando, riendo, sintiendo… y recordando que el mayor afrodisíaco de todos siempre es, y será, la comunicación.

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