La forma en que vivimos y disfrutamos la sexualidad siempre va cambiando. Y con el celular en la mano, el deseo también encontró un nuevo canal: los mensajes
Capaz escuchaste la palabra sexting en algún lugar, o quizá ni idea de lo que significa… pero ojo, porque capaz ya lo practicaste sin darte cuenta. ¿Alguna vez mandaste un mensajito subido de tono, una foto insinuante o un audio caliente a tu pareja? Bueno, ahí ya estuviste jugando en ese terreno.
En este blog vamos a contarte qué es exactamente el sexting, por qué puede ser tan excitante, cómo hacerlo sin riesgos y, sobre todo, cómo convertirlo en un arte para encender a tu pareja a la distancia (o incluso en la misma casa).
Primero lo primero ¿Qué es el sexting?
En pocas palabras: sexo + texting (mensajes de texto).
El sexting es el intercambio voluntario y consensuado de mensajes con contenido sexual o erótico. Puede ser en texto, fotos, audios o videos… lo importante aquí es que ambos quieran jugar.
💡 Lo mejor: puede ser la previa perfecta antes de una cita o transformarse en un juego sexual en sí mismo.
👉 Ejemplo: mandás un “Hoy no te vas a salvar de mí 😏🔥” y ya dejaste a tu pareja pensando en vos todo el día.
¿Por qué prende tanto?
- Anticipación: a veces calienta más lo que imaginamos que va a pasar que lo que está pasando en el momento.
- Creatividad: podés inventar mil escenarios sin moverte de la cama ni gastar un peso.
- Conexión: incluso si están lejos, el sexting los acerca como si estuvieran piel con piel.
Recordá que no todo tiene que ser explícito. La sutileza también enciende....una insinuación, una foto de detalle o un audio con voz bajita pueden prender más que lo obvio.
¿Y el sexting es seguro?
El sexting no es algo “malo” ni vergonzoso. Es simplemente otra forma de disfrutar tu sexualidad, calentar la relación y jugar con la imaginación. Pero, como toda práctica sexual, requiere decisiones conscientes y precauciones. Por eso, la clave está en:
💡Consentimiento y confianza
Antes de mandarle cualquier mensaje, foto o audio subido de tono, asegurate de que la otra persona también quiera recibirlo. Nada de presiones ni envíos al azar. Si alguna vez recibiste algo que no pediste, sabés lo incómodo que puede ser.
💡Mayores de edad
El sexting es solo para adultxs. Tanto vos como la otra persona deben ser mayores de 18 años para que el contenido no sea ilegal.
💡Confianza en la otra persona
Preguntate: ¿realmente confío en que cuidará mi intimidad? El sexting seguro empieza por elegir bien con quién jugar.
💡Cuidá tu privacidad
Evitá mostrar cara, tatuajes, marcas o cualquier detalle que pueda identificarte. Elegí apps con opciones de mensajes que se borran o chats privados para tener un control extra. Pensalo como un juego donde vos ponés las reglas. Mandás lo que querés, cuando querés, y siempre podés decir “stop”. El sexting seguro es consentido, controlado y disfrutado sin presiones.
Cómo hacer sexting sin quemarte
El sexting no es mandar una foto porque sí, es un juego de ida y vuelta. Cuanto más lo pensás como un juego compartido, más prende. Eso sí: regla de oro → consentimiento y confianza.
1. Arrancá tranqui
No hace falta empezar con fotos explícitas. Un mensajito insinuante puede calentar más que cualquier nude: "Si estuvieras acá...no saldríamos de la cama"
2. Usá emojis y detalles
Los emojis son aliados perfectos: 🍑🔥💦😉. También podés mandar un detalle: la boca, la mano… el misterio siempre prende más que mostrarlo todo. ¿Te quedaste sin ideas? Acá te dejamos la Guía definitiva nivel PRO👇
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3. Jugá con la voz
Un audio bajito, con un tono lento, puede ser más hot que mil textos. Describí lo que te gustaría hacer, susurrá, gemí… todo suma.
4. No te olvides del humor
El sexting también es juego y diversión. Reírse quita la vergüenza y sube la temperatura. Ejemplo: “Vas a necesitar agua después de lo que pienso hacerte 😂🔥”
5. Cuidá tu privacidad
Elegí apps seguras que permitan abrir un mensaje una única vez y que después de eso se autodestruya, tampoco tengas la opción de geolocalización activada, ni tampoco muestres (si no querés) tu cara, ni ninguna particularidad de tu cuerpo con la que te puedan reconocer: tatuajes, marcas de nacimiento, cicatrices y hablá con quien recibe sobre qué se comparte y qué no.
6. Marca el contenido
Si vas a mandar fotos o videos, podés ponerles tu toque personal: unas iniciales, un dibujito, cualquier marca que te ayude a identificarlo. Esto es súper útil si estás sexteando con varias personas y querés saber quién comparte qué. Pequeños detalles pueden salvarte de un mal rato y mantener todo bajo tu control.
7. No reenvíes otros contenidos
Esto es clave, si alguien te manda una foto o video íntimo, no lo compartas jamás sin su permiso. Nada de reenviar a amigos o subir a redes. Esto se llama sexpreading y es un delito grave. Pensalo así: ¿te gustaría que hicieran lo mismo con vos? No verdad...entonces, no se lo hagas a alguién más.
8. Disfrutá
El sexting no es solo “calentar” a distancia: es para que vos disfrutes también. Jugar con mensajes, fotos o audios puede acercarte a la otra persona aunque estén en habitaciones separadas. Dale rienda suelta a tu imaginación, inventá escenas, provocá y disfrutá. Si te da cosa arrancar, mandá algo light: un mensajito durante el día tipo “Tengo un plan para vos esta noche”. La intriga sube la temperatura sola.
Cuando el sexting se transforma en problema
Disfrutar está buenísimo, pero ojo: el sexting también tiene su lado serio si el contenido cae en manos equivocadas. Es importante recordar que:
- La otra persona tendrá acceso a tu información y dependés de su cuidado.
- Proteger la distribución digital no siempre está en tu control.
- Las relaciones cambian, no siempre podés predecir si la otra persona seguirá siendo leal.
- Internet es veloz: en segundos un contenido puede viralizarse y llegar a personas que ni imaginás.
Por eso es importante estar atentx a estas situaciones:
- Sextorsión: alguien amenaza con difundir tus fotos o videos para sacar provecho de vos.
- Ciberacoso: insultos, presiones o comentarios molestos después de recibir tus imágenes.
- Sexpreading: reenviar lo que te enviaron sin consentimiento (es un delito).
- Respeto total: la imagen es de la persona que aparece, no tuya ni de nadie más.
- No reenvíes: recibir una foto íntima no te da derecho a compartirla.
- Rompé la cadena: si llega algo sin consentimiento, no lo difundas y, si podés, avisá o denunciá.
- Menores de edad: cualquier imagen de alguien menor de 18 es ilegal y penada por ley.
El sexting seguro empieza con vos. Solo compartí lo que quieras, con quien confíes y siempre con consentimiento. Si te pasa algo así, recordá: no es tu culpa. Esto es violencia digital y podés denunciarlo.
El sexting puede ser un simple mensajito hot o una práctica sexual completa, y lo mejor es que se adapte a vos y a la otra persona. Lo importante es que siempre sea consentido, divertido y seguro, sin presiones ni vergüenzas.
Podés usarlo como previa para calentar motores antes de un encuentro, para reavivar la chispa en pareja cuando la rutina se asoma o simplemente como un juego erótico por sí mismo. La clave está en explorar, sorprender y animarse a decir lo que realmente te prende.
No hace falta mostrarlo todo de una: muchas veces la intriga y la sugerencia calientan más que lo explícito. Mandá un mensaje insinuante, un audio bajito o un detalle visual que deje volar la imaginación. Jugá con la voz, con los emojis, con el humor y hasta con los juguetes si querés sumar adrenalina. Cada mensaje es una oportunidad para acercarse, provocar y reírse juntos.